Para lograr realizar un acto de total complejidad, el cual requiere mucha voluntad, debido a que, tu cuerpo colocará gran resistencia, es como un impulso interno que le impide poder levantarse y quedarse un poco más en aquel placentero, cómodo y caliente lugar en el cual yace el cuerpo en total relajación, el tiempo corre y aquellos minutos los cuales se quisieran extender o volver eternos, lamentablemente no lo logran hacer, por el contrario cada vez pasa más rápido el tiempo, y es inevitable hay que levantarse.
Se deja aun lado aquella manta que calienta el cuerpo, sintiendo como un suave y sutil viento entra desde los pies, subiendo rápidamente y cubriendo por total el cuerpo, esto indica que no hay tiempo de retroceder, se inicia entonces un estiramiento desde los hombros los cuales conllevan a que se levanten los brazos y paralela mente las piernas se estiran, permitiendo así dejar a un lado todo aquello que lo ata en aquel lugar, en el cual se siente una total relajación, las piernas y brazos suavemente vuelven al punto de partida, se continua desplazando la mano izquierda hasta el cabello tomándolo y sujetandolo y la mano derecha se desplaza hasta coger la moña la cual se encuentra bajo de la almohada continua su desplazamiento hasta el cabello, se ata la moña al cabello con la ayuda de la mano derecha e izquierda las cuales hacen movimientos de derecha a izquierda e izquierda a derecha permitiendo así que el cabello se entre la se con la moña y quede sujeto.
Al terminar el proceso anterior el lado izquierdo toma impulso para girar todo el cuerpo a la derecha, encontrando en el lado derecho de la cama, a una persona que durante la noche comparte el mismo espacio de relajación, como todas las mañanas ya se encuentra despierto y aguardando a que yo lo haga, mi brazo izquierdo se impulsa sobre su pecho dejándolo caer suavemente queriendo así volver a quedar dormida sobre su regazo.
El tiempo continua corriendo así que se debe continuar, el cuerpo gira nuevamente a su posición de inicio, la espalda se inclina hacia delante apoyando se con las palmas de las manos, logrando así quedar sentada, la pierna izquierda se recoge y se desplaza fuera de la cama dejándolaa caer suavemente hasta el suelo, en donde se encuentra esperando ansiosa mente las chanclas introduzco el pie izquierdo en la chancla izquierda, luego la pierna derecha se recoge se desplaza fuera de la cama y se deja caer suavemente hasta el suelo, se introduce el pie derecho en la chancla derecha.
prosigue apoyando las palmas de las manos sobre la cama, tomando la desición aunque difícil de colocarse en pies, dejando atrás aquel plácido lugar, espacio mágico que permite conllevar el cuerpo a una placentera relajación y enfrentar la realidad, la espalda se impulsa hacia delante y las piernas se colocan firmes, se va incorporando suavemente hasta quedar totalmente recto el cuerpo sobre los pies, y es en este momento terminas con el proceso de levantarte de la cama en la mañana.