Las olas logran traer a mí ser esa dulzura, aquella que alisa esos
Lugares corrugosos y ásperos, que sean formando al chocar con las olas,
Alejando de ti, tu textura, esos hermosos colores
Que se difuminaban con el inmenso mar.
Y al llegar una gran ola se lleva ese color radiante interno,Empezando poco a poco a opacarse y a oxidarse,
Olvidando así esa dulzura, la jugosidad que te caracterizaba
Dejando solo un pequeño corazón, con muy pocas semillas para brindar,
Pero dispuesto a sembrar en aquellas playas llenas de historia,
De amor, de confianza y compromiso.
Dando esa suavidad, necesaria para que florezca
Dando esa suavidad, necesaria para que florezca
Dejando atrás la dureza y sacando a relucir esa humedad,
Ese olor penetrante y dulce,
Con ese toque de acidez que permite percibir,Lo jugoso y suave que puedes ser al paladar.
Tus venas se aferran a aquellas playas que permiten dar vida.
Que permiten volver a compartir todo su esplendor,
Con los hermosos atardeceres y amaneceres de este mágico lugar.
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